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a Cristaluna & Gredazul, desde la tumba de la cordura.

Yo admiro a los Inmortales
que pueden soplar las nubes
y a la vez tener los pies
sobre el suelo blando.
Pero aunque me levántase antes del alba
no podría estar a su altura
ya que no tengo la piel de gárgola
ni los dientes como jaula de cangrejo.
Sólo puedo volar sutil
y perderme perenne montaña adentro
haciéndome parte
del enrabiado follaje.

*verso eliminado : ni tengo la mirada que ha abarcado mil años.

Los ausentes están muertos los presentes apestan

Piedra empujando a una piedra

la gente infeliz se tira en picada

poco aire para los pedorros

otra ocasión vendrá

mientras la ansiedad

suelta las bestias que tenías en las gavetas

te odiarás lo sé, quién más infeliz que tú.

La belleza que mandaste a la cresta

la humildad no parida por tus barbas

la razón coronada con tus espinas.

"Muros" de Mª Eugenia Brito

Muros

I
Solitaria
de tanto hablarme a mí misma me hice muro
muro de murmullos ininteligibles
me hice guarida me volví eco
terminé medio persona medio arista.



II
En mi cuarto
las paredes quieren ajusticiarme
pues soy su fragmento desprendido.
Sobrevivo sin duda a mis espaldas.


III
Diseñada para completar la tierra
esfera de tu propio nacimiento
esfera blanca
perfilando el duro rectángulo del cuarto
donde me exhiben
puro rectángulo del síntoma y la nada
Sólo mis manos permanecen abiertas.
Sé que las paredes me desean.

del libro "De Nada", de Armando Uribe

[cfr. Joaquín Edwards Bello : "Uno quiere hacer un chiste y éste se vuelve una elegía".]

Es cierto que uno quiere hacer un chiste
y éste se vuelve una elegía.
O al recordar al que lo dijo
(Joaquín Edwards), se vuelve triste.
La gracia, por desgracia, es fría
como el nicho en el mausoleo
de Juan Martínez de Rozas. Muy feo
se ha puesto el Cementerio General, hijo, hija.

dn Armando Uribe, una vez más

de su poemario Contra la Voluntad - que se puede/podía conseguir a sólo mil pesos - tres poemas :


/23/
Fuimos y no seremos
y los cielos serenos
perdurarán y las tierras con duras
piedras tranquilas, los polvos sus murrias
esparcirán, y los maduros
frutos que caen y huelen los burros.
¡Y no estaré! Ya seré menos
que las cuncunas y los muermos.



/24/
 Tú que eres mis profundidades
y no tienes acceso
tú que eres el exceso
de lo que cabe concebir al seso.
Tú que no tienes sexo
ni identidad te llamo
te clamo de ti mamo
seno convexo de las madres.



/25/
Las grandes bestias de poetas en cuatro
zampas abren sus fauces rojas negras
y gruñen hacia el cielo que se arregla
sus bucles de película en los teatros
del universo estúpido. La lámpara
del sol alumbra y los poetas zampan.

La Promesa

Desgarrar sobre la alfombra

escuchar el crujir de los árboles secos en primavera

renegados del sol como los frutos que fuimos

pisoteados por un hombre que nada dice ni nombra,

sólo come barro al salir y ponerse el sol.



Bievenida seas a ésta península bienvenida seas tú:

pequeña excusa de mis horas muertas

amárrame a esa piedra y déjame con las olas.

Espérame al otro lado cuando pase la tormenta,

volveré incólume pero seguiremos estando a solas.

*imagen de nemo et nihil

**verso eliminado: sólo come barro en su desayuno y en su cena.

Armando Uribe

(dos poemas de su libro De nada, 2006)

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domingo 10 de abril, 2005

No quiero ser un esqueleto
rodeado de carroña rosa
y ocre ni recibir ratones
de visita a gusanos. Con afecto
saborean un té con roscas,
líquido y carne mía. Vienen a tomar onces.

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Universo lleno de estrellas.
Estrellas llenas de universo.
¿ Puedes meterlas en tu pobre verso?
Desde luego que no. Ellas se estrellan
- sus ínfimas astillas llenas
de átomos divididos- se nos mellan.
Las poesías son apenas
huellas.